Detrás del Telón

Cuando el reflector no apunta a lo importante

Por Federico Vimberg

A los costados oscuridad y gente, atrás lo mismo, adelante no. En frente nuestro un gran telón, se escuchan atisbos de palabras que no se dejan adivinar, sonidos varios que nos parecen familiares pero que no reconocemos. El telón por fin se abre, se intuye que la acción es diversa, voluptuosa, múltiple. De continuar la oscuridad posiblemente logremos adaptarnos y por fin dilucidar que sucede, comprender qué pasa en ese escenario todavía nebuloso.

Pero eso no ocurre, un reflector se enciende y quizas no sea solo uno, pueden ser dos o tres o veinte o más, la cantidad no importa tanto, ya que todos apuntan a una misma zona, algunos de cerca, otros de lejos, o de costado o de arriba, diferentes ángulos pero un mismo radio iluminado.

Luego de un rato la vista se acostumbra a esa luz, a ese sector que los reflectores destacan y lo demás parece desvanecerse. Como si desde el principio mismo solo existiese esa pequeña zona de acción, y la acción transcurre y pasan delante nuestro algunos hechos, muchos personajes, símiles contextos, algunas ideas, un sin fin de actos que de a poco parecen ser lo único real, y si sucede y lo vemos es verdad, si se nos presenta en el escenario y el reflector de los medios de comunicación lo ilumina es cierto.

¿Pero qué sucede con los espectadores? ¿Permanecen pasivos ante el recorte y la focalización de la información? ¿Simplemente absorben ese teatro que se les presenta delante y que lucha furiosamente por convertirse simplemente en realidad?

La respuesta es no. “
Que prevalezca un punto de vista acotado sobre el tratamiento de la información, no implica que nos encontremos frente a un público pasivo, cautivo e indolente frente a la producción de los significados que se realiza desde los medios masivos.
Distintas teorías catalogadas dentro del estructuralismo y el pos-estructuralismo aportan conocimiento y complejidad respecto a una diversidad de posturas y prácticas de recepción-producción de los llamados contenidos de los medios, que expanden las posturas simplificadoras en las que se atribuye ingenuamente un atributo de manipulación a los medios masivos”, nos comenta Silvio Méndez Docente de la Cátedra Teorías de la Comunicación en la Facultad de Ciencias de la Educación –UNER.

Un claro ejemplo de este atributo de manipulación que se les brinda a los medios lo podemos visualizar en el film titulado “Wag the dog” (o “Mentiras que matan” si se prefiere una infiel traducción) donde se plantea la posibilidad de que los acontecimientos que se suscitan en el mundo, véase el término mundo como los hechos que suceden alejados de nuestra realidad cotidiana, pueden ser nada más que invenciones de los medios. Que su palabra autorizada, su estilo profesional, sus gráficos, fotos, y un sin fín de etcéteras, pueden ser manipulados para crear verosimilitud, a saber historias que podrían ser ciertas pero que no lo son. Entrando en este intenso nivel de paranoia (no siempre injustificada) la variedad de fuentes no presenta certeza alguna de “verdad” ya que diferentes medios pueden tener una única y primigenia fuente de contenido. La película también hace un interesante recorrido mostrando a los medios de comunicación como una simple herramienta al servicio del poder de turno en una especie de gran conspiración que “hipnotiza” al país entero. Tal vez en este punto, en la idea de conspiración gigante manipuladora se deja entrever un atisbo de ingenuidad, quiero decir, es claro que hay personas y organizaciones que intentan controlar los medios, las noticias y la realidad, pero también es peligroso creer que fabricar realidades es tan simple, porque nos lleva directamente a la cómoda (y aterradora) idea de una conspiración como explicación a todo lo malo que pasa en el mundo, como si existiese solo una única fuente, ordenada y organizada que controlando todo. Me parece más bien que la realidad es mucho más compleja, que hay una intrincada red de intereses, motivaciones, posibilidades, sujetos y agencias que comparten y luchan para esa realidad, y no un solo y único gigante.

Al respecto de la manipulación de la información y las prácticas de desinformación Silvio Méndez nos comenta que
“no hay estrategias desinformativas. Hay información interesada, como la mayoría de la información que circula por los medios masivos. Se focaliza, se subraya, se sostiene una agenda de contenidos e información que responde a intereses concretos. Lo ideológico de las prácticas de comunicación está en la jerarquía que se le da a determinada información y que circula por sobre otra que esta ausente, callada, no dicha”.
Lo cierto es que sentarse y mirar tranquilamente hacia adonde apunta el reflector es lo más sencillo, lo más cómodo; pero es cierto también que en la oscuridad, en esas zonas premeditadamente anegadas de enfoque, ocurren cosas, se brindan épicas batallas de mudos aceros y es en esos momentos, donde la supuesta tranquilidad que brinda la luz es simplemente un mito.

Anexos sobre el texto:
En este apartado dejo unos links que tratan la temática de los medios y el manejo de la información en congruencia con el texto.
El noticiero y la manipulacion de los medios
El triunfo de la virtualidad absoluta autor José Pablo Feinmann


Anexos sobre la película "Wag the dog":
En este otro apartado dejo una breve reseña del film y la posibilidad de descargarlo, más la banda sonora del mismo.
Breve reseña de "wag the dog"
Descargate La película
Descargate la banda sonora (a cargo de Mark Knopfler)

Entrevista a Silvio Méndez y su curriculum


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